Una de las cosas que tiene dibujar el guión de otro es que te saca de tu zona de confort. En un principio puede provocar incluso rechazo si se trata de algo que no encaja dentro de tus gustos personales, pero es precisamente esto, lo que hace que sea una experiencia más enriquecedora de lo habitual.
Cuando me dijeron que iba a hacer un western la reacción fue, precisamente, rechazo. Sin embargo durante el trayecto de vuelta a casa cada vez se me hizo más sugerente. Era la oportunidad para conocer y trabajar en cosas que no haría de otra forma. Yo me suelo mover entre la fantasía medieval y los super héroes, así que una historia del oeste quedaba, a todas luces, fuera de mi zona de confort. Así que es la oportunidad perfecta para aprender algo y crear un tipo de personajes y ambientes que jamás he hecho. A veces es un tedio, porque toca trabajar un poco más de la cuenta. Hacer más conceptuales, más diseños, etc
Pero sin embargo ese paseo fuera de la zona de uno, hace que se vuelva con las manos llenas con lo aprendido.
Lo de arriba es un boceto conceptual del pueblecito donde ser desarrolla la historia. No es exactamente como pone en el guión pero necesitaba tener noción de cómo es la estructura de las casas y el paisaje.
Un saludo a tod@s
Ángel Pérez
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